El poder en la época moderna

SUMARIO
Cap. 17
Mª Ángeles Jordano Barbudo(Universidad de Córdoba)
La imagen del poder a través del arte. La figura de Hércules en el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro
Epígr. 1701 Introducción Párrafos 1-4 de 4
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Introducción
     Desde la perspectiva de la Historia del Arte, se ha elegido una pieza emblemática por su representación del poder de la monarquía, el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, y concretamente, las pinturas de asunto mitológico que versan sobre la figura de Hércules. Sin duda, es un tema ampliamente conocido, del que hay abundante bibliografía y, sin embargo, a pesar de haber sido tan intensamente estudiado, la clave de su interpretación iconológica ha venido a nuestra mano más recientemente y en ello ha tenido mucho que ver el minucioso estudio de Jonathan Brown y J.H. Elliott. Especialmente, el primero de ellos ha dedicado gran parte de su vida a analizar la obra de Velázquez, siendo hoy uno de los mayores especialistas, y esto le llevó a estudiar el palacio mandado erigir por su principal mecenas, Felipe IV, quien reinó entre 1621 y 1665 y ejerció un papel fundamental para conocer la forma en que la corona utilizaba el arte como vehículo para ostentar su poder.
 
   
 
     En la década de 1630, tiene lugar en la corte de Madrid una vertiginosa actividad que lleva a levantar en un período realmente insólito (1633-1640) la construcción de un magno palacio para el rey, el del Buen Retiro, en el que paradójicamente no residirá permanentemente -lo hacía en el desaparecido Alcázar, pasto de las llamas en 1734-, sirviendo para que pasara algunas temporadas y, sobre todo, como lugar de distracción[1] Al mismo tiempo se desarrollaba un intenso programa edilicio que abarcaba una casa de campo, un pabellón de caza, y el convento y la casa del poderoso conde-duque de Olivares en Loeches; tampoco se olvidaron señor y valido de la residencia de Carlos V en Yuste, que por entonces se hallaba en lamentable estado. Pero si esto es lo referente al magno proyecto en el que se embarcaron ambos, no menos importante es la actividad del rey como comitente de una importantísima pinacoteca que hoy por hoy aporta al Museo del Prado un tanto por ciento muy elevado de las obras expuestas. Los cuadros encargados para la decoración del Retiro, la Zarzuela y la Torre de Parada eran más de mil cien, además hubo que amueblar los nuevos edificios, con lo que impresionantes tapices, muebles diversos, esculturas y objetos decorativos comenzaron a ocupar estos espacios, por no hablar de los extensos jardines que hubo que poblar de vegetación, estanques y fuentes[2]. Su función como mecenas y patrocinador de las artes no quedó ahí; había que dotar de contenido, de entretenimiento este escenario de corte. Los literatos conocieron una oportunidad de oro para estrenar sus obras; comediantes y bufones debían entretener a la corte y a los ilustres visitantes; y había que organizar cacerías, deporte al que eran tremendamente aficionados, puesto que formaba parte de la educación del príncipe, además de ser un ameno entretenimiento.
 
   
 
Jardines del Palacio del Buen Retiro

René Carlier. El Palacio y los jardines del Buen Retiro, 1712. Dibujo a pluma y aguadas de colores. París, Bibliothèque Nationale de France. [Hz 43 Gr. Rouleau n.º I]
 
   
 
El Estanque Grande

Louis Meunier (ca. 1630-?). El Estanque Grande. Estampa calcográfica. Madrid. Biblioteca Nacional, [ER/5824]
 

La imagen del poder a través del arte. La figura de Hércules en el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro
Epígrafe 1701 Introducción Párrafos 1-4 de 4
   
Fecha modif. 25-09-2008